A veces creemos que hay aficiones que nos cuestan de entender. La observación de las aves era cosa de biólogos, naturalistas, conservacionistas, seguidores de Felix Rodriguez de la Fuente … Posiblemente tenemos pocas personas en nuestro entorno que practican esta afición. Pero porqué será que gana adeptos año tras año? Sólo puedo decir que yo, que de aves no sé nada, he entrado por pura curiosidad en uno de tantos observatorios de aves que te encuentras en el Delta mientras paseaba en bici y me he llegado a quedar tres horas! simplemente disfrutando de la emoción de ver las aves viviendo su día a día ignorando mi presencia, pero sobre todo … disfrutando del silencio, de la quietud mental, del orgullo de haber tomado fotografías de aves muy muy cerca … No es fácil estar cerca de los pájaros y que no huyan. Os aseguro que todas estas sensaciones crean adicción. Será que necesitamos que la naturaleza vuelva a formar parte de nuestra vida.
El día 1 de octubre fue el Día Mundial de las Aves y por eso se celebra, como cada año, el primer fin de semana de octubre en todo el mundo. En el Delta del Ebro nos toca de cerca, ya que tenemos el orgullo de ser la Zona Húmeda más importante de Cataluña y una de las muy apreciadas en Europa.
El Parque Natural del Delta del Ebro, junto con otras entidades, organiza cada año actividades para disfrutar o iniciarse en la observación de las aves que nos visitan.
Sólo necesitáis unos prismáticos, o una cámara con objetivo, una guía para identificar las aves (¡qué gran placer poder llamarlos por su nombre!) Y hablar flojito flojito …
Conocer los pájaros es el primer paso para amarlos. ¡Nada mejor que ejercer el amor todo el fin de semana!
