Me maravilla percibir cómo los móviles y ordenadores van modulando nuestro lenguaje, nos dan nuevas expresiones que todos acabamos entendiendo. Algunas nos resultan tan útiles que las vamos incorporando a nuestro registro habitual. Por ejemplo, me gustan las acepciones 6 y 7 del diccionario de la RAE para la palabra «modo»:
«6. m. Fil. Forma variable pero siempre determinada que puede recibir un ser, sin dejar de ser el mismo.
7. m. Fís. Forma especial que puede adoptar un fenómeno.»
Y me divierte la manera cómo puedo usar esta palabra que hasta ahora no tenía en mi repertorio habitual: «modo noche», «modo avión», «modo silencio», «modo verano» – como predica un anuncio de la tele- . Modo septiembre…
Pues bien, todo esto para decir que, aunque todavía no ha terminado el verano, aunque todavía hay mucha gente de vacaciones, aunque todavía hace buen tiempo en el Delta, aunque todavía puede apetecer un baño en el agua -todavía cálida- de las playas del Delta, aunque todavía se puede degustar un arroz espectacular en los restaurantes del pueblo… aún así, muchos ya hemos recibido esta «forma variable pero siempre determinada» que nos da el mes de septiembre. A algunos ya se nos va el pensamiento hacia el inicio de nuevas temporadas, nuevos cursos, nuevos proyectos que hemos dejado «para después del verano», cambios de ropa en el armario, cambios de horarios…
En Marjal lo notamos en la cara y la energía de nuestros clientes.
Por eso os quiero decir que los jacuzzis del patio estarán operativos hasta que el clima lo permita (que lo permitirá hasta octubre). Las noches al fresco con una copita de cava todavía se agradecerán. Y las tumbonas y hamacas seguirán allí, recogiendo rayos de sol para vosotros.
Si venís a Marjal estos días, dejad el «modo septiembre» en casa. En Marjal estamos eternamente en «modo relax».
